El primer contacto del bebé con la microbiota de la madre se produce mayoritariamente en el momento del parto. Sin embargo, el estado de salud de la microbiota vaginal antes de quedarte embarazada influye en tu salud reproductiva y por esto es muy importante cuidarla y no acordarte de ella solo cuando tienes una vaginosis vaginal o una infección de orina.
El útero no es una cavidad estéril, sino que tiene su propia microbiota que puede predecir las posibilidades de embarazo en las mujeres.De hecho, en el útero y en la vagina predominan los lactobacilos (Lactobacillus crispatus, L. iners y otras especies) con una composición que puede variar en función del ciclo menstrual de la mujer y de la presencia de problemas ginecológicos, como por ejemplo tener una endometriosis.
La implicación de la microbiota vaginal en la fertilidad se ha estudiado a dos niveles. Por un lado, la abundancia en la microbiota vaginal de otras bacterias distintas de los lactobacilos (por ejemplo, Gardnerella vaginalis y Atopobium vaginae) se asocia con menos probabilidades de quedarte embarazada. Además, restablecer el equilibrio de la microbiota vaginal cuando hay una vaginosis bacteriana aumenta las tasas de embarazo.
Otros factores que también podrían estar implicados en la fertilidad son los niveles de lactobacilos en el semen y la presencia de determinadas bacterias en el endometrio y en las trompas de Falopio. Pero aunque algunas bacterias están asociadas con una mejor salud reproductiva, de momento no se sabe la causa y la consecuencia, se necesita investigar más para poder recomendar un tratamiento específico que actúe sobre la microbiota para mejorar la fertilidad.
Problemas de fertilidad y disbiosis vaginal
Una de cada tres mujeres infértiles tiene una vaginosis bacteriana asintomática con una reducción de los Lactobacillus protectores y un aumento de los patógenos Candida, Enterococcus y Escherichia coli que pueden llegar a suponer hasta el 50% de la microbiota vaginal.
Pero es que además la vaginosis bacteriana, que es una disbiosis de la microbiota vaginal caracterizada por una microbiota rica en bacterias anaerobias y unos números bajos de especies de Lactobacillus, se ha asociado con un mayor riesgo de parto prematuro. Esta es la causa más común de mortalidad neonatal y la segunda causa más frecuente de mortalidad en niños menores de 5 años.
También se sospecha que la disbiosis vaginal podría estar implicada en algunos casos de abortos espontáneos recurrentes que afectan a un 2% de las mujeres. Mientras que una microbiota vaginal dominada por lactobacilos o eubiosis actuaría como un factor protector de infecciones genitourinarias.
Eubiosis y fertilidad femenina
Una microbiota vaginal equilibrada con un alto contenido de lactobacilos se estima que puede aumentar las posibilidades de que las mujeres consigan embarazo en un 70% de los casos. Mientras que si la microbiota está formada por una cantidad baja de lactobacilos y contiene una mayor proporción de otras bacterias asociadas a vaginosis bacteriana e infecciones urinarias, entonces las tasas de embarazo se reducen al 34%.
Estas observaciones nos indican que tener una microbiota vaginal sana o eubiosis que esté dominada por lactobacilos podría mejorar la salud reproductiva, aumentar las posibilidades de quedarte embarazada y protegerte de tener un parto prematuro y bajo peso al nacer.
Mejorar la microbiota vaginal
Garantizar que tu microbiota vaginal esté formada mayoritariamente por lactobacilos que te ayudará a mantener las infecciones vaginales a raya y puede aumentar tu fertilidad. Estos consejos te ayudarán a tener una mejor salud íntima:
- Cuida tu alimentación cada día. Seguir una alimentación rica en frutas y verduras frescas de temporada, cereales integrales, legumbres, frutos secos y proteína animal de buena calidad (huevos, pescado y carnes blancas).
- Si te planteas tomar un complemento alimenticio con vitaminas y minerales, consulta primero con el especialista o nutricionista.
- Utiliza probióticos con respaldo científico para equilibrar tu salud vaginal. La cepa probiótica Lacticaseibacillus rhamnosus Lcr 35® es una de las más estudiadas para equilibrar tu microbiota vaginal. Además, la vitamina A que contiene es antioxidante, antiinfecciosa y es importante para mantener la integridad de las mucosas. Recuerda que tener una microbiota vaginal rica en lactobacilos es tu mejor aliado para prevenir las infecciones vaginales.
- Mantén unos hábitos adecuados de higiene íntima. Mimar tu microbiota vaginal también pasa por utilizar productos respetuosos con tu zona íntima, evitar las duchas vaginales y mantener esta zona siempre seca para impedir las futuras infecciones.
- Si tienes una infección vaginal aguda, las soluciones de lavado y cremas íntimas externas con un pH respetuoso con la zona íntima te pueden ayudar a aliviar la irritación y el prurito.
- Usa ropa holgada e interior de algodón. Llevar ropa muy ajustada y utilizar prendas con tejidos sintéticos puede irritar tu zona genital, mientras que el algodón favorece la transpiración de la zona íntima y previene que se acumule la humedad. Evita los protectores de celulosa durante todo el ciclo y úsalos solo durante el sangrado o escaso sangrado.